Las prácticas para facilitar el secuestro de carbono y reducción de las emisiones desde el suelo mediante certificados reconocidos de alta calidad ya cuentan desde hace unos meses con un marco de certificación estable dentro de la Unión Europea. Que puede tener un impacto muy importante para determinadas actividades agrícolas.
Que puede tener un impacto muy importante para determinadas actividades agrícolas. El pasado 19 de febrero el Consejo y el Parlamento Europeo alcanzaron un acuerdo político sobre el reglamento que establece el primer marco de certificación para las remociones de carbono a nivel europeo, el llamado Certification Framework for Carbon Removals (CFCR).
Además, están comenzando a aparecer iniciativas novedosas que pretenden facilitar al olivarero de a pie la certificación y valorización de sus olivares mediante los llamados “créditos de carbono”. El propio Consejo Oleícola Internacional (COI) ha abierto el plazo de contratación de un servicio técnico para la medición y certificación de emisiones de carbono en el sector para evidenciar el papel protagonista que puede tener el olivar como sumidero de CO2. El concurso cuenta con un presupuesto de 150.000 euros.
Otra de las últimas iniciativas en torno al carbono ha nacido en Jaén a través del Grupo Operativo ABSORCABOLIVO, formado por el Grupo Consule, la Universidad de Jaén, la Sociedad Cooperativa Andaluza Santa Teresa de Jesús y la Fundación del Común de Segura (HUB Territorial de Innovación), va a desarrollar un estándar de certificación de Créditos de Carbono accesible y de alta escalabilidad en el sector del Olivar.